A un mes del sensible fallecimiento de la quien fuera en vida Doña Lily Salazar Ortiz, los que tuvimos el honor y el placer de conocerla, compartiendo momentos gratos en su vida; esta dama de temple de acero demostró ser en todo momento una gran madre, sobre todo una mujer de tesón y empuje, pues ella a costa de trabajo, esfuerzo y una gran dedicación sumado a su amor de madre, educo a sus hijos Maria, Félix, Irma y Jorge, convirtiéndolos en profesionales de provecho a su país.
Doña Lily Salazar Ortiz, participo activamente en el Grupo Scout Lince 104, pues ella ocupo el cargo de secretaria del comité de padres de familia, junto con mi madre, dedicaron mucho de su tiempo por buscar las mejoras de nuestro Grupo Scout e inclusive realizaron importantes donaciones de material de campo como pecuniario.
Doña Lily Salazar Ortiz durante el tiempo que el Grupo Scout Lince 104 desarrollaba sus actividades en el carrousell del parque Mariscal Catilla (ubicado en Lince) presto su casa para guardar el material de campo y este no sufriera deterioro, ella siempre estuvo apoyando en todo momento las actividades Scout, preocupándose de que nuestro Grupo siguiera a delante; hoy llegan a mi memoria ciertas cuitas de niño, cuando Doña Lily con mucho cariño me acogía en su hogar durante las vacaciones de verano, brindándome cariño y tratándome como un hijo mas, ella siempre nos decía (a Jorge y a mi) cuidado con estar haciendo “”mataperradas”” o esas palomilladas de estar saltando de techo en techo para casar palomas, se preocupaba como si fuera mi propia madre de que no me falte nada; al pasar el tiempo tuvimos la suerte de viajar a la Ciudad de Iquitos a pasar el año nuevo (Jorge, Johnny Castro y Yo); hechos unos jovencillos teníamos muchas expectativas de ver algo diferente, pero no todo fue de maravilla, en una oportunidad nos perdimos en la selva, esto no afecto para nada nuestro afán de conocer la selva inhóspita, sobre todo el espíritu scout aventurero y el gran humor que teníamos; al retornar a la ciudad de Iquitos nos dimos con la sorpresa de que miembros de seguridad del estado nos habían ido a buscar por encargo de Doña Lily, para verificar nuestro estado, esto a mi me sorprendió, por que ella estaba preocupándose en todo momento por nosotros y que no nos ocurriera nada malo; he vivido tantas anécdotas donde Doña Lily ha estado presente que nunca terminaría de contarlas; solo me resta agregar que personas como Doña Lily quedan muy pocas en este mundo, que se preocupen por que la niñez y la juventud haga algo positivo y aprovechen su tiempo de la mejor manera.
Doña Lily Salazar Ortiz ha partido al campamento eterno a descansar, dejando su Misión Cumplida, que Dios la tenga en su Santa Gloria, descanse en paz.
Siempre Listos.
Peter Gómez Camargo.
Doña Lily Salazar Ortiz, participo activamente en el Grupo Scout Lince 104, pues ella ocupo el cargo de secretaria del comité de padres de familia, junto con mi madre, dedicaron mucho de su tiempo por buscar las mejoras de nuestro Grupo Scout e inclusive realizaron importantes donaciones de material de campo como pecuniario.
Doña Lily Salazar Ortiz durante el tiempo que el Grupo Scout Lince 104 desarrollaba sus actividades en el carrousell del parque Mariscal Catilla (ubicado en Lince) presto su casa para guardar el material de campo y este no sufriera deterioro, ella siempre estuvo apoyando en todo momento las actividades Scout, preocupándose de que nuestro Grupo siguiera a delante; hoy llegan a mi memoria ciertas cuitas de niño, cuando Doña Lily con mucho cariño me acogía en su hogar durante las vacaciones de verano, brindándome cariño y tratándome como un hijo mas, ella siempre nos decía (a Jorge y a mi) cuidado con estar haciendo “”mataperradas”” o esas palomilladas de estar saltando de techo en techo para casar palomas, se preocupaba como si fuera mi propia madre de que no me falte nada; al pasar el tiempo tuvimos la suerte de viajar a la Ciudad de Iquitos a pasar el año nuevo (Jorge, Johnny Castro y Yo); hechos unos jovencillos teníamos muchas expectativas de ver algo diferente, pero no todo fue de maravilla, en una oportunidad nos perdimos en la selva, esto no afecto para nada nuestro afán de conocer la selva inhóspita, sobre todo el espíritu scout aventurero y el gran humor que teníamos; al retornar a la ciudad de Iquitos nos dimos con la sorpresa de que miembros de seguridad del estado nos habían ido a buscar por encargo de Doña Lily, para verificar nuestro estado, esto a mi me sorprendió, por que ella estaba preocupándose en todo momento por nosotros y que no nos ocurriera nada malo; he vivido tantas anécdotas donde Doña Lily ha estado presente que nunca terminaría de contarlas; solo me resta agregar que personas como Doña Lily quedan muy pocas en este mundo, que se preocupen por que la niñez y la juventud haga algo positivo y aprovechen su tiempo de la mejor manera.
Doña Lily Salazar Ortiz ha partido al campamento eterno a descansar, dejando su Misión Cumplida, que Dios la tenga en su Santa Gloria, descanse en paz.
Siempre Listos.
Peter Gómez Camargo.
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